¿Qué consecuencias puede tener la falta de acuerdos de extradición para la justicia internacional?

Un tribunal de Ámsterdam ha aprobado la extradición solicitada por España de una mujer de 27 años de nacionalidad neerlandesa sospechosa de financiar y preparar el atentado contra el expolítico Alejo Vidal-Quadras en Madrid el pasado nine de noviembre, aunque ella ha negado website cualquier vínculo con el ataque.

No obstante, sí los tiene con las monarquías del Golfo, Filipinas o Japón, pero siguen siendo territorios ajenos a la justicia española igualmente.

Escrito solicitando identificación del prestador de servicios de internet que difunda contenidos no autorizados

Demanda de solicitud de declaración de concurso voluntario de persona jurídica acompañada de propuesta de Convenio

Escrito de calificación de la defensa conformándose con la mayor de las penas solicitadas por la acusación

La falta de tratado de extradición significa que dos países no tienen un acuerdo formal que permita la entrega de personas buscadas por la justicia en uno de los países.

¿Qué consecuencias puede tener la falta de acuerdos de extradición para la justicia internacional?

En teoría, sí, pero en la práctica es poco probable que los ciudadanos españoles sean extraditados a estos países debido a la falta de garantías legales y jurídicas.

Esta situación puede generar complicaciones en el proceso de justicia y cooperación entre ambos países.

Escrito de las partes acusadoras solicitando la intervención del vehículo y del permiso de conducir

El continente africano es uno de los que más países aporta a la lista de países sin tratado de extradición con España, en los que destacan las excepciones de Marruecos, Argelia, Sudáfrica, Cabo Verde, Mauritania y Liberia, este último vigente desde hace más de 125 años.

Algunos países pueden tener razones políticas, ideológicas o culturales para no tener tratados de extradición con otros países. También puede haber preocupaciones sobre la justicia o los derechos humanos en otros países.

El Gobierno y la Suprema Corte rebajan el tono para negociar la letra pequeña de la reforma judicial